Campos cultivados con coloridos tulipanes, frutas finas, o transitados por el ganado bovino, abrazan a la localidad de El Maitén. Ubicada entre dos cordones montañosos, que parecen custodiarla, es un destino ideal para quienes gusten de la aventura y el contacto con la naturaleza.


Pero además, su tranquilidad de pueblo patagónico invita a relajarse con recorridos por la ciudad. Sus tres plazas son el lugar ideal para disfrutar de las tardes en un ambiente arbolado, con bancos y farolas que permiten quedarse hasta la noche. Juegos para niños, fuentes de agua y monumentos embellecen los espacios recreativos de la ciudad chubutense.

Recordando la importancia del tren de trocha angosta “Viejo Expreso Patagónico”, se puede realizar un emocionante viaje en este medio de transporte. Las instalaciones son preservadas para que las futuras generaciones también las puedan conocer y el Museo Ferroviario se encarga de construir toda la historia atesorando objetos, testimonios y recuerdos de los mejores años.


Otra de las propuestas es el Paseo Artesanal: verdaderas obras de arte que los lugareños hacer surgir desde materiales como cuero, piedra y madera, son un excelente recuerdo de la visita a estas tierras.