Villa Traful es privilegiada por estar ubicada en un entorno natural encantador, donde pueden realizarse actividades al aire libre o hacer una parada para simplemente descansar. La mayor parte de su no muy exagerada población está ubicada a la ladera de la montaña, lo que la convierte en un sitio bellísimo con vista al lago Traful. Toda ondulante, con desniveles y construcciones de mucha madera, parece salida de un cuento.
Los caminos de acceso en su mayoría son de ripio, muy bien mantenidos y transitables para los visitantes y moradores.
Las aguas del lago son transparentes y se mimetizan con el cielo límpido. Allí se congregan los pescadores natos y quienes disfrutan de las actividades náuticas. Al estar contenida dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi se maneja con normas de cuidado del suelo y del medio ambiente, lo que hace que siempre esté impecable.
Los alrededores, parajes con formaciones rocosas y una vegetación de montaña, brindan opciones ideales para caminar y cabalgar. Otra alternativa para recorrer es el mirador Pared del viento desde donde se puede observar una panorámica del Lago Traful. Como lo indica su nombre este punto recibe frontalmente el viento del lago con ímpetu y a gran velocidad.
Siguiendo unos 35 km. se puede llegar a la confluencia del Río Traful y del Río Limay, donde se encuentra el Valle Encantado. Allí pueden encontrarse formaciones rocosas con formas diversas por las que han sido bautizadas, el dedo de Dios, el As de Basto, la Diligencia, el Elefante y el Tren Expreso. Por sus paisajes, sus montañas, vistas soñadas y mucha naturaleza, Villa Traful es un destino con encantos.
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