Los colores impactan sobre los sentidos de manera increíble, vibran y nos cargan de energía, palidecen y nos sosiegan, transmiten paz, alegría… Los colores matizan las emociones. Y cuando esos colores provienen de la naturaleza el encanto se duplica. El cerro de los 14 colores es una obra de la naturaleza, un escenario que seduce a cualquier espectador.
Está ubicado muy cerquita de Humahuaca, conocida gracias a la célebre canción de María Elene Walsh y a su encanto natural. Sin embargo el cerro de los 14 colores no ha transcendido todo lo que se merece, tal como sí sucedió con el famoso Cerro de los 7 colores de Jujuy.
Llamado propiamente dicho Cerro Hornocal, se trata de uno de los paisajes más espectaculares de la Argentina al que se puede acceder por la ruta 9 llegando hasta Humahuaca y de allí se toma un desvío que te lleva unos 20 km. por ruta de ripio. Posteriormente comienza un camino de ascenso montaña arriba, llegando a superar los 4200 metros desde el nivel del mar. Una vez al tope, se llega a un mirador apostado casi exclusivamente para contemplar esta obra de la naturaleza.
Los cerros de los 14 colores son triangulares y forman parte de una formación calcárea Yacoraite, que despliega su abanico de tonalidades desde el mismo Perú, pasando por Salta, el altiplano boliviano y también por Jujuy. Los colores que subyacen oscilan entre los ocres, verdes, amarillos y blancos, con un arco iris de amalgamas en el medio.
Todo este esplendor de matices se combina con un fondo de nubes, sol y un cielo límpido sin obstáculos. Sin dudas un lugar que sorprenderá a los amantes de la naturaleza.
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