Si disfrutas de la playa y el paisaje natural Pipinas es un destino que vale la pena conocer. Situada en el partido de Punta Indio como si fuera por casualidad se la visualiza al costado del camino que se dirige a las playas más conocidas de la costa Atlántica.
Reconocida también por la gran fábrica de cemento que otrora fuera su fuente económica fundamental, este pueblo supo repensarse y desarrolló un programa de turismo comunitario que la reposicionó ante la crisis que significó el cierre de la industria. Recuperado el hotel de la antigua cementera, la piscina, y otras instalaciones destinadas al turismo, hoy vive de la visita de los turistas que la eligen por su belleza, hospitalidad y serenidad.
Posee restaurantes y puestos que venden queso de campo, pan casero, pasteles, salames y dulces artesanales, los mejores exponentes de la gastronomía local que obliga a los visitantes a una parada exquisita.
Cuenta con un balneario llamado El Pericón, para pasar al aire libre de cara a su río. Allí quienes disfrutan la pesca esperan entusiasmados el pique de corvina rubia, lenguado y moncholo.
Otra alternativa para hacer frente al calor es la pileta municipal de Pipinas cuyas dimensiones generosas y sus buenas instalaciones permiten disfrutar a pleno. Recorrer sus verdes, caminar apaciblemente, organizar un picnic en sus bosques, son alternativas atractivas y totalmente factibles.
Y para los inquietos que les gusta recorrer, a unos escasos 8 kms. de este poblado comienzan a visualizarse los balnearios del Partido de la Costa.
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