En distintos puntos del país se encuentran proyectos productivos muy importantes que suman unas 200 bodegas abiertas al público, distribuidas en 9 provincias vitivinícolas. Cada una ofrece la posibilidad de degustar vinos así como conocer sobre cada etapa de su elaboración, desde la cosecha de uvas hasta charlas con enólogos y dueños de viñedos. Tantos puntos le otorgan al país la mote de Argentina, tierra de vinos.
Y es que el sector viene pisando fuerte y se ha extendido más allá de la clásica visita a la bodega, hoy por ejemplo se puede disfrutar de una copa con los Andes de trasfondo o con valles increíbles, recorrer viñedos en bicicleta, hacer picnics, participar en alguna etapa de producción, sumarse a catas de vino, almuerzos, realizar eventos, pernotar, etc.
En este sentido es que se vienen desarrollando diferentes actividades para fortalecer y renovar el sector. En la actualidad se encuentra en vigencia un Plan Operativo Nacional de Turismo del Vino cuyo objetivo es poner en valor el potencial del turismo como herramienta para el desarrollo local de estos emprendimientos. En este marco se organizaron encuentros con el sector privado los días 21 y martes 22 de mayo. En estos encuentros se realizaron un ciclo de conferencias a cargos de importantes referentes del sector vitivinícola cuyos temas principales fueron: Planificación turística, enoturismo e innovación y gobiernos y su rol en la política enoturística. Por otra parte se armaron visitas técnicas a establecimientos abiertos al turismo en las localidades de Luján y Maipú.
Estos ciclos de conferencias y de recorrido in situ fueron pensadas por la Universidad Nacional de Cuyo y el Ministerio de Turismo de la Nación con el objeto de seguir apostando fuertemente al sector.
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