En el Valle Calchaquí un gran cañón natural de innumerables tonos rojizos se alza imponente. A medida que se avanza a su encuentro estas alturas van aprisionándose hasta generar pasos angostos que dan lugar a cuevas mágicas, donde el juego de la luz que se cuela por las cavernas tonaliza de mil maneras las rocas que las conforman.
Llegar hasta las cuevas significa un recorrido en 4 x 4 hasta la boca del cañadón donde el paso se achica y se debe continuar caminando. Desde allí hay que disponer una larga, pero satisfactoria caminata, que dura unas cuatro horas. Vale la pena intentarlo ya el caminante se encuentra con diversidad de colores y formas hasta llegar a los túneles y cuevas que sorprenden por su altura y formas.
Se deben hacer tramos de la travesía bajando y subiendo, topándose con estrechos senderos de formas alucinantes. El lugar también es llamado Valle de Las Cuevas y sus primeros pueblos, los diaguita-calchaquí los bautizaron en su lengua como cacán, que significa lugar donde está la luz o donde está el fuego. En total son unos 10,5 km de caminata de bajo nivel de dificultad. La excursión puede hacerse con guías e incluyen el almuerzo.
Quienes lo deseen también pueden pernoctar en la casa de campo de una finca del lugar donde se brinda el desayuno. Las cuevas de Acsibi son un destino para los amantes de la naturaleza en su estado más puro.
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