Estas excursiones se suman a los atractivos turísticos de Paraná, entre los que se destacan sus paisajes ribereños, sus playas y sus riquezas naturales, que se mezclan armónicamente con un rico patrimonio histórico, arquitectónico y cultural.
La capital entrerriana presenta además un relieve ondulado debido a la erosión del río, por lo que se forman abruptas barrancas de más de 80 metros y costas donde se desarrollan actividades náuticas como windsurf, esquí acuático, wakeboard, natación, paseos en lancha y pesca deportiva.
El recorrido comienza en un embarcadero de la zona céntrica de la costanera paranaense, donde los turistas abordan un yate mediano en el que recorren el río mientras saborean empanadas de pacú o sábalo y escuchan canciones que hacen referencia a la historia y la cultura de los pescadores de esa zona costera.
El ministro de Turismo de Entre Ríos, Adrián Fuertes, quien participó de una de estas navegaciones junto a Télam, señaló que las mismas “permiten descubrir una visión única de la ciudad y de los atardeceres, que se llenan de una gama de colores que ocres y rojizos de una belleza extraordinaria”.
Los paseos náuticos por la noche brindan la posibilidad de disfrutar de las tranquilas aguas del río mientras se observan los recortes de las barrancas y las luces de una ciudad que en la que se gesta una activa vida nocturna.
Fuertes sostuvo que la idea de estas excursiones “es que los turistas puedan apreciar las bellezas de las barrancas de la ciudad, la armonía entre el desarrollo urbano y el río y la importancia que tiene la costanera para los habitantes de Paraná”.
El guía turístico Adrián Monti sostuvo que “los paseos también brindan la posibilidad de conocer la historia de lugares como Puerto Sánchez, una zona de pescadores artesanales, el Club Náutico de Paraná, ubicado encima del Túnel Subfluvial que une la ciudad con Santa Fe, los balnearios y las playas urbanas”.
Los paseos náuticos nocturnos tienen dos modalidades que son los llamados normales, de una hora, y los denominados Safaris Náuticos, de más de dos horas, que incluyen actividades de pesca deportiva en busca de especies como el surubí, la boga, el pacú, el dorado y la raya, entre las más características de la región.
Las excursiones nocturnas en barco también ofrecen una postal única del aspecto edilicio de Paraná, que es el producto de la combinación de antiguas casonas y modernas construcciones de avanzados diseños.
El turista puede notar los distintos estilos, que van desde la arquitectura colonial, pasando por el de la Confederación, del Liberalismo, Señorial, Racionalista, hasta llegar al propio Movimiento Moderno.
Las excursiones náuticas culminan con una cena en un restaurante de la costanera, donde el dorado, la boga o el pacú son los protagonistas salientes.
Estos paseos encuentran un complemento ideal para conocer a fondo Paraná en los city tours, que permiten conocer la avenida Costanera en toda su extensión, la Catedral, el Palacio Municipal, el Centro Cívico, el Edificio de Correos, la Sociedad Española y el Teatro 3 de Febrero, entre los sitios más destacados.
También brindan la posibilidad de recorrer el Parque Urquiza, un espacio de 44 hectáreas sobre las barrancas del Paraná, con añosas escalinatas entre cascadas y vertientes, fuentes de agua, juegos infantiles y numerosos monumentos y esculturas que forman un conjunto bien cuidado de colores y aromas florales.
Las visitas a las colonias alemanas del Volga, que se asentaron a principios del siglo XX, o a Villa Urquiza, Hernandarias y Piedras Blancas, a pocos kilómetros de la ciudad, donde se realizan excursiones en 4×4, cabalgatas, mountain bike, senderismo, pesca, regatas y agroturismo, completan el abanico de opciones para los turistas que eligen a Paraná para descansar en verano.
Dejá un comentario
Disculpa, debes iniciar sesión para escribir un comentario.