Cuando de viajar se trata en la planificación del paseo solemos restar siempre ese tiempo que llevan los viajes de traslado y sus largos trámites como son el tiempo en la aduana, las horas conduciendo, los peajes o sobre todo las demandas de los aeropuertos que cuentan con diferentes tramitaciones y controles, ocupando horas que nos gustaría sortear con más facilidad.
En este sentido la tecnología viene a nuestro auxilio y un ejemplo son las nuevas puertas biométricas que se han apostado en el aeropuerto internacional de Ezeiza que permite, ni más ni menos, que los pasajeros hagan sus trámites de migraciones de manera automática y bajo un alto estándar de seguridad, reduciendo a la mitad el tiempo que demanda este paso importantísimo. Pues entonces bienvenido sea todo aquello que lleva a aligerar este tiempo perdido. Este nuevo sistema minimiza el tiempo de tránsito de los viajeros que entran o salen del país pero además recaba de manera sistematiza y ligera la información. La inversión en esta tecnología de punta nos ubica a la par que grandes aeropuertos del mundo y cuida nuestro tiempo que es como oro.
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