Existen destinos diversos que invitan, por sus bellezas y también por sus desafíos geográficos, a un recorrido en bicicleta. Es de esta manera que el visitante puede disfrutar con todos los sentidos de paisajes maravillosos. Aromas de la vegetación, el aire en la cara, los sonidos de la naturaleza, el cicloturismo es una manera saludable y ecológica de conocer destinos.
En el norte argentino, exactamente en Vaqueros, un recorrido exigente espera a los más entrenados. Hay que pedalear unos 243 kilómetros en altura entre las provincias de Salta y Jujuy.
Para ello hay que equiparse, no hay lugar para desprevenidos, desde el uso de caso, guantes, camisetas térmicas, calzas, pañuelo al cuello, campera rompe vientos con impermeable, hasta protectores de brazos y piernas. Se recomienda ir vestido en capas, como una cebolla, para ir sacándose los abrigos ante las variaciones de temperaturas.
Los caminos de este circuito tienen cierto grado de dificultad, dado que el Camino de la Cornisa a través de la selva de yungas es como ir flotando dentro de una nube, con apariciones de algunas lluvias también y con subidas que aparecen como interminables.
Por estas razones con los ciclistas siempre van una combi y una camioneta con un trailer para cargar las bicicletas de los que renuncian. Por otra parte las bajadas tampoco son fáciles, muy vertiginosas y con camino de ripio.
En el recorrido se incluyen la Quebrada de Ucumazo, que acompaña al río Calete, un pasaje a través de un fértil valle, curvas y bajadas que circundan arroyos, alguno incluso hay que cruzarlos.
Finalizado el recorrido los ciclistas se hospedan las hosterías de Humauaca.
Para disfrutar de algún manjar típico de la región y repasar entre anécdotas y recuerdos, los paisajes más increíbles del norte argentino.
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