Las audiencias que consiguen algunos encuentros de fútbol convierten a esta disciplina deportiva en “el deporte Rey” casi del mundo entero. Apenas los Juegos Olímpicos, como evento, puede superar a los eventos futbolísticos. El “Clasico” español entre FC Barcelona y Real Madrid puede tener un seguimiento de unos 650 millones de espectadores (dependiendo en qué circunstancias se enfrenten, por ejemplo, una final de Champions). Y un Mundial llegaría a los 3.500 millones, aunque su celebración, hay que tener en cuenta, es cada 4 años. El baloncesto americano también está en el Top: las finales de la NBA llegarían a 15 millones por cada partido, un dato de vértigo.
Pero una nueva disciplina ha irrumpido en el tablero de juego del deporte. Se trata de los eSports, la versión competitiva de los videojuegos. Estas competencias que enfrentan a equipos profesionales de juegos como Dota 2, CallofDuty o League ofLegends está consiguiendo audiencias que ponen en peligro el reinado de algunos de los deportes conocidos como tradicionales. El “Free FireWorld Series Singapore 2021” consiguió 5,41 millones de espectadores simultáneos, el “LOL Worlds 2021”, otros 4,01 millones y así, sumando, llegamos a los casi 500 millones de espectadores que los deportes electrónicos tuvieron el pasado año 2021.
Claro, estas cifras parecen muy lejanas de un Barça – Madrid. Pero, por ejemplo, en la Liga española, pocos partidos (diríamos que ninguno más) da estas audiencias; de hecho, en la citada liga hay partidos que no llegan a los 100.000 espectadores. Y los eSports ya están superando a otros deportes, aunque sea puntualmente, como el golf o el tenis. Además, su previsión es ascendente, de forma que podrían llegar a los 600 millones de espectadores en 2 ó 3 años. Pero, de nuevo, seguimos lejos de fútbol: el Boca – River de la Copa Libertadores 2018 celebrada en Madrid se estima que pudo reunir a 200 millones de espectadores en un solo evento.
Entonces, ¿tiene el balompié que temer a los eSports? La respuesta es sí. Por varios motivos. Uno es su estela ascendente, como hemos dicho anteriormente; sus cifras son impresionantes y sus previsiones aún más, a dos años vista. Pero en una década pueden ser estratosféricas, especialmente cuando vemos el perfil del espectador de estas disciplinas: joven y que representa a una nueva generación de televidentes que pueden sustituir, progresivamente, a la actual audiencia. Por otro lado, está la variedad de los eventos: dedicados a distintos juegos y que representan los gustos de muchos consumidores diferentes. También hay que tener en cuenta que los deportes electrónicos, gracias a su auge, están consiguiendo músculo financiero (a veces, paradójicamente, de algunos clubes de fútbol, que no quieren dejar pasar esta oportunidad), por lo que habrá mayor promoción y organización. Además, ya existen selecciones de cada país para competir, lo que suma aún más seguidores.
La Argentina está aprovechando bien el tirón de estos deportes electrónicos en varios sentidos. Una noticia reciente informa que la Selección nacional participará en el “WorldEsportsChampionship”, organizado por la IESF, un prestigioso torneo a nivel mundial del juego CS:GO, quizás el principal título del género “Shooter” del espectro de los eSports, cuyos eventos despiertan el interés de miles de aficionados, que consultan los apartados especializados de los portales de apuestas sobre estas competencias de Counter-Strike para comprobar las opciones de cada equipo de cara a seguir vivos en la competencia. Es esta ocasión, el Seleccionado aspira a mejorar su mejor posición histórica, un segundo puesto en la edición de 2016.
Hay que tener en cuenta, también, que la tecnología, que realiza aportaciones en todos los ámbitos, está beneficiando a los deportes tradicionales como el fútbol o el baloncesto en aspectos técnicos (como cámaras, estadísticas, etc…), pero que su impacto en loseSports es mucho mayor y más beneficioso, a nivel de calidad de los juegos, de las retransmisiones (en la mayoría de ocasiones a través de las redes sociales) y muchas más variables. Por todos estos motivos, es natural que muchos anunciantes estén diversificando su promoción y ya inviertan en publicidad en una categoría de deportes y otra, con porcentajes que cada vez serán mayores para los eSports. Está claro que nadie quiere dejar pasar este tren.