Obra que data de principios del Siglo XX, el Cablecarril Chilecito- La Mexicana, se extiende a lo largo de casi 35Kms. atravesando valles, cruzando abismos e internándose en las montañas, casi como hurgando las entrañas de la tierra en el afán de extraer los metales codiciados.
El Cablecarril, obra de vanguardia tecnológica en su época, fue construido por una empresa alemana y se mantuvo en funcionamiento entre los años 1904 y 1929, reemplazando el arcaico acarreo a lomo de mula y posibilitando el dinamismo de la minería riojana.
Fiel testimonio del apogeo minero de la Sierra del Famatina, el Cablecarril de Chilecito es considerado el más largo de América y el segundo en el mundo. Cuenta con 262 torres, 9 estaciones y 650 vagonetas, y supo contar con una de las primeras líneas telefónicas del país.
Hoy día es Monumento Nacional, y en su Estación Nº 1 alberga el Museo Cable-Carril, donde se exhibe una muestra detallada de elementos que componen las distintas partes de la gigantesca obra, como así también libros, cuadernos y anotaciones que testimonian la presencia de los obreros que trabajaron allí, algunos de los cuales dejaron su vida en las profundidades de la montaña.
El magnífico escenario natural por el que atraviesa la construcción es aprovechado actualmente para la realización de turismo de aventura, trekking, safaris fotográficos, turismo minero y geológico, además de la admiración reflexiva y analista de tan imponente obra. Así, el aspecto cultural y el turístico se unen para darle vida al lugar y dar a conocer al país y al mundo el patrimonio que enorgullece a los riojanos.