A unos 10 kilómetros de la ciudad de Ascochinga se encuentra el casco de la Estancia Santa Catalina cuya construcción data del año 1622. De estilo arquitectónico barroco colonial, la Iglesia que se emplaza en el predio es uno de las edificaciones más destacadas dentro del mismo.
En honor a la religiosa Santa Catalina, es uno de los sitios más visitados por los devotos a esta personalidad y por cristianos que desean un espacio de meditación. Una imponente fachada, dos torres, un portal en curva, su gran cúpula y el atrio sobreelevado dan la bienvenida a sus visitantes. También se conservan en la iglesia las valiosas imágenes del Señor de la Humildad y la Paciencia y de un Cristo crucificado.