Desde la cima de las montañas hasta las lisas llanuras; desde el verde tupido de los bosques y montes hasta la palidez de los desiertos y el blanco de las salinas; desde las aguas de mares, ríos y lagos hasta la sequía extrema de los barreales; desde la modernidad citadina hasta los pueblitos perdidos y el entorno isleño; Argentina acapara al turismo en todas sus aristas.
Imagen - Gentileza de la Secretaría de Turismo de Buenos Aires
Así, entre la aventura extrema y la placidez termal, una amplia gama intermedia invita al descubrimiento y la vivencia de este territorio múltiple. Allí aparece la propuesta del turismo alternativo… ese que no se define ni por el riesgo ni por la tranquilidad, que fluctúa entre la actividad física y el disfrute contemplativo, y que colma al viajero de recuerdos pero también de experiencias.
Así, el turismo aventura supone un riesgo advertido o peligro controlado asociado a desafíos personales, en un medio ambiente natural o en un exótico escenario al aire libre.
Imagen - Gentileza de la Secretaría de Turismo de Buenos Aires
Trekking, mountain bike, safaris, cabalgatas, tirolesa, ecoturismo, sandboard, carrovelismo, escalada, rafting, rapell, kayak, windsurf, parapente y aladeltismo, son algunas de las actividades de esfuerzo moderado o elevado, que puede seleccionar el turista según su estado físico y el itinerario elegido.
