Lugar visitado por arqueólogos, geólogos y espeleólogos, debido a su característica determinante: la oscuridad que reina en su ambiente; este atractivo natural constituye una de las excursiones más desafiantes de la zona.
La cueva posee una altura de 355 metros sobre el nivel del mar; posee dos entradas separadas por un corto trecho, y para ingresar al interior negro, es necesario atravesar una abertura de unos 80 centímetros que progresivamente se va ensanchando. Su techo es más bien plano y de cuarcitas. Ostenta varias cavidades, dos de ellas muy grandes.