Delineada y acompañada por edificios históricos, que además de su antigüedad ofrecen testimonio de interesantes acontecimientos, la Avenida de Mayo es una arteria para recorrer atentamente procurando descubrir cada detalle.
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El circuito puede iniciarse en la Sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, construida entre 1891 y 1902 por el arquitecto italiano Giovanni Cagnoni, en cuyo interior se conservan dos grandes óleos: “Preparativos de salida”, de Benito Quinquela Martín, y “La Fundación de Buenos Aires”, de José Moreno Carbonero; para continuar apenas unos pasos más allá, por una edificación de estilo academicista francés que fuera tantas veces testigo de la salida del diario La Prensa, y que actualmente contempla la Casa de la Cultura.
El Cabildo, inaugurado en 1740 e indefinidamente modificado, que contiene hoy un museo y una feria de artesanías; el Pasaje Roverano, que une la Avenida con Hipólito Irigoyen en una arquitectura ornamentada con espléndidos bronces y vitrales; la Estación Perú del Subterráneo –la primera de Buenos Aires y de Sudamérica- que exhibe afiches publicitarios tan antiguos como su estructura; y la Confitería London City, punto de reunión de políticos, artistas, profesionales, en alguna de cuyas mesas Julio Cortázar escribió su novela “Los Premios”; completan la cuadra del “500”.
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Ya al “700”, el atractivo se centra en el Palacio Urquiza Anchorena de destacada cúpula, y en el Palacio Vera donde funcionan librerías especializadas en primeras ediciones y ejemplares raros. En Avenida de Mayo Nº 825, se alza el ineludible Café Tortoni, uno de los más antiguos de Buenos Aires, testigo de la intelectualidad porteña de los últimos dos siglos, y escenario actual de espectáculos de tango y jazz.
El Teatro Avenida; el Bar los 36 Billares; los hoteles Castelar y Chile, y lo que fuera el edificio del Antiguo Hotel Majestic; el recinto del popular ex diario Crítica; el Edificio Barolo con su particular diseño que segmenta al palacio en las tres partes de la Divina Comedia de Dante Alighieri: Infierno, Purgatorio y Cielo; La Inmobiliaria de cúpulas rojas; la Confitería del Molino ubicada frente al Congreso, y el mismo Congreso de La Nación, cierran este emocionante recorrido por el centro, la cultura y la historia de Buenos Aires.
