Con su templo erigido en 1861 y apadrinado por el General Bartolomé Mitre, la Iglesia Nuestra Señora del Carmen se ha convertido en una parada casi inexcusable del itinerario por Areco.
En su atrio, y bajo su altar mayor, se encuentran sepultados los restos del Padre Leahy, el Padre Pietronave y algunos ilustres vecinos de aquellas épocas.
Su interior resguarda imágenes de gran valor histórico de las cuales son clara muestra la de Nuestra Señora del Carmen, la Virgen Dolorosa, ambas del Siglo XVIII, y San Esteban Promartir, originaria del Siglo XIX.
Este acogedor espacio espiritual se halla ubicado en la intersección de calles San Martín y Belgrano.