A 12 kilómetros de la Reserva Provincial Punta Bermeja, y a 75 de Viedma, aparece un conjunto de playas no aptas para bañistas pero que atrapan a los amantes de la pesca deportiva. En este rincón patagónico, los médanos son los protagonistas ya que si bien no tienen gran altura alcanzan los 200 metros de ancho regalando paisajes diferentes a los que el visitante venía acostumbrado.
Otra de las sorpresas la constituyen los restos del vapor chileno Ludovico, que arribó a estas costas en 1916 tras sufrir problemas mecánicos.