A 11 kilómetros de Playa Bonita, y a 60 de Viedma, otro balneario espera la llegada de los visitantes para regalar toda su belleza natural sin pedir nada a cambio. Combinando acantilados, aves marinas, y aguas azulinas, tiene como particularidad que durante la bajamar regla piletones naturales socavados en las rocas por el mar. Ofrece servicios como playa de estacionamiento, restaurante, camping, baños y teléfono semipúblico.