Abrió sus puertas en los últimos años del Siglo XIX, fue creciendo en importancia y ampliando sus instalaciones hasta ocupar casi un cuarto de manzana.
Cerró definitivamente en la década de 1960. Durante su larga existencia, albergó a importantes personalidades de nuestro país, entre las que merece destacarse en 1933 el gran cantor de tangos Carlos Gardel.