Fue uno de los emprendimientos industriales más importantes de Urquiza, constituyendo el saladero más grande del país a mediados del Siglo XIX.
Lleva ese nombre en honor a la madre del prócer, Cándida García.
Las instalaciones industriales del saladero contaban con las técnicas más avanzadas para la época, incluyendo un largo muelle de madera con ferrocarril decauville para servicio de los veleros mercantes que arribaban al puerto del mismo.
De aquellas instalaciones ya no queda prácticamente nada. El edificio administrativo del saladero, proyectado por el arquitecto italiano Pedro Fossatti, fue transformado lenta y progresivamente en una gran residencia familiar, de corte palaciego, luego de la muerte de Urquiza. En tanto, a principios del Siglo XX se diseñó un amplio parque alrededor del casco central, completando el carácter residencial del sitio.
Fue declarado Monumento Histórico Nacional Actualmente es explotado como hostería.
Se ubica 9Kms. al norte de la ciudad, sobre el Arroyo de la China
