Misterioso, desafiante y de una gran belleza paisajística, esto que pareciera ser un anfiteatro diseñado por la madre naturaleza, constituye en realidad un inmenso cráter abierto en plena llanura patagónica. También llamado retazo de luna, pone ante los ojos de los visitantes restos fósiles de peces de aguas dulces, arcillas amarillentas de origen lacustre, arenisca y otros factores pertenecientes al pasado período Cretácico.
De difícil recorrido, el Anfiteatro consiste en un punto de encuentro de apasionados por la paleontología y la arqueología, para quienes el esfuerzo físico y el riesgo constante de desmoronamiento valdrán la pena al lograr la maravillosa vista de la variedad de colores y formas que presenta el gigantesco cráter.
Semicircular y ornamentado con trazos que el correr del agua ha calado sobre el terreno semidesértico, se sumerge entre irreproducibles colores violáceos y borravinos constituyendo un atractivo turístico de gran importancia para la zona.
Se encuentra a unos 35 kilómetros de la localidad de Cutral Có, transitando por Ruta Nacional Nº 22, en dirección a Neuquén Capital.
