Es una vivienda rural sobre la costa del Paraná construida en la década de 1840. Exhibe un estilo neo-renacentista italiano, simple y sobrio, en el cual destaca una torre mirador.
Según relata la historia, en 1842, cuando la flotilla del corsario Giuseppe Garibladi navegó por el río, esta pintoresca casa recibió el ataque de sus cañones.