Situado río adentro, aparece como un sitio fascinante desde donde admirar el esplendor de las aguas en el curso más profundo y torrentoso.
Se trata de un portón de hormigón armado y madera sobre el que se apoyan dos plataformas: una se utiliza como mirador y muelle de pesca, y la otra funciona como restaurante. Allí se sirven los platos más exquisitos, destacando como platillo principal las comidas en base a pescados de la región.
Construido en 1925, este muelle era mellizo de uno que estaba en Helvecia (Santa Fe) y que lamentablemente se hundió. Ambos funcionaban hace muchos años como aduanas del río controlando el comercio y los barcos que pasaban por aguas del Paraná.