Inaugurada el 9 de junio de 1850 bajo la advocación de San Cipriano Mártir, esta iglesia se configuraba dentro de un edificio cuya fachada luce desde que Urquiza así lo quiso en1884, un campanario con tres arcos a medio punto y campanas fundidas con el bronce de cañones utilizados en la batalla de Caseros.
Hoy, este edificio funciona como casa parroquial. A su lado se alza el actual templo, edificado luego de 1889, y dedicado a la Virgen de la Merced.