La simbólica Manga que separaba el pueblo en obreros y personal jerárquico, pobres y ricos -“El Pueblito” y “La Hilera- y por la que llegaba la hacienda del campo a la fábrica, tiene ahora un nuevo sentido: mantener su presencia para que el turismo, nuevo visitante de Pueblo Liebig, verifique la curiosa estructura urbana y social que tuvo este rincón de Entre Ríos propio del Departamento Colón.