A 156 kilómetros de Viedma, rodeada de un área cubierta de un intenso verde que contrasta con la aridez de la patagonia, se alza General Conesa. Región tapizada por el colorido de los cultivos de manzanas y peras, espera con ansias la llegada de sus visitantes.

Serenidad y cordialidad son las primeras sensaciones que invaden al transitar las calles de este poblado. Plazas y espacios recreativos matizan el diagramado urbano invitando a recorrerla y maravillarse con sus encantadoras postales, encontrando también hoteles y restaurantes que brindan todos los servicios.

Bordeada por el majestuoso Río Negro, los deportes náuticos son una de las propuestas para deleitarse con las tranquilas aguas. Quienes prefieran el relax y el descanso podrán disfrutar de un balneario, con arenas blancas y la vegetación necesaria para refugiarse del sol.

Alejándose un poco de la ciudad, el aroma dulce de los frutales recuerda que las chacras están cerca.