Transitando por las calles de Magdalena los edificios históricos se van sucediendo, dando cuenta de los orígenes de la ciudad. Uno de ellos es la fascinante Parroquia Santa María Magdalena, que data de 1860 y ostenta una conservada arquitectura que vale la pena admirar.
Su interior también merece atención: allí el visitante podrá admirar a la imagen fundacional de María Magdalena, que resulta muy peculiar debido a que es articulada y tiene cabello natural. Además exhibe una escultura de San José, realizada por los padres jesuíticos con madera de ñandubay.