Declarada Basílica Menor en 1997, por la Santa Sede, la Iglesia y el Convento de San Francisco resultan una verdadera joya de la arquitectura nacional. Edificados en 1625, albergan también un Museo, que funciona en la sacristía de la congregación. Allí se pueden apreciar imágenes del siglo XVII, una Virgen de madera policromada del siglo XVIII, un niño Dios cuzqueño, ornamentos litúrgicos, imágenes de Cristo, mobiliario de los siglos XVIII y XIX realizados en jacarandá y roble. Se destaca la imagen de Nuestra Señora de las Nieves y una pintura de San Francisco de Asís.
Recorriendo el lugar también se puede apreciar la imponente torre que se eleva a un costado de la Iglesia, durante 53 metros y se divide en cuatro pisos escalonados. En los arcos de entrada se ve otro de los detalles que la hacen única: la falsa cortina realizada en estuco y se aprecia una gran campana de bronce, que según anécdotas populares fue fabricada con el metal fundido de uno de los cañones que participaron en la batalla de Salta.
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