La ciudad de Salto conserva muchos sitios que rememoran su pasado. Las Ruinas del Molino Quemado se ubican a orillas del Río Salto, recordando su importancia en la incipiente industria harinera. Fue construido en 1856 por el inmigrante italiano David Lanata, pero en 1931 un incendio lo devoró casi por completo dejando los restos que actualmente se pueden apreciar.