Un camino que se desprende hacia el oeste de la Ruta Provincial Nº 5, a la altura de Villa Ciudad de América, bordea el lago Los Molinos y desemboca agraciadamente en la pintoresca localidad de San Clemente, otro de los destinos turísticos inesperados de Paravachasca, Córdoba.



San Clemente es conocida más allá de sus límites por las condiciones privilegiadas para la pesca de truchas en las aguas que mojan su territorio. Así, el río San José aparece entre los más ricos en la codiciada especie, destacándose también los ríos Sur, Los Espinillos, San Pedro y Condorito.

Entre viviendas que se desperdigan al pie de las Sierras Grandes, caracterizando a San Clemente por su inexistente conformación urbana, y la sombra de las añejas arboledas que pintan de verdes el paisaje, el turista podrá encontrarse con ranchos criollos, almacenes de campo, espléndidas casas de veraneo y por supuesto la servicial Estancia Hotel La Granadilla.

Una tradicional Fiesta Gaucha que se celebra cada año, en plena temporada alta, a fines del mes de enero, completa la cartelera turística de San Clemente atrayendo hacia sus bellezas naturales a numerosos visitantes.

Historia de San Clemente
Si bien no se recuerda una fecha específica de fundación, se dice que la región donde hoy se levanta San Clemente estuvo habitada desde la antigüedad por comechingones o sanavirones. Prueba de ello resultan los numerosos morteros, conanas, restos de cerámicas y puntas de lanzas y flechas encontrados en el territorio local.

El lugar fue también posta hacia el Valle de Traslasierra por la Cuesta del Argel.