Construido en el año 1878, el Antiguo Templo Anglicano poseía piso de baldosas y un pasillo central donde podían apreciarse cruces grabadas sobre el suelo indicando el lugar de los cuerpos de los forjadores de la colonia allí sepultados.
El templo fue restaurado completamente en 1994, no obstante aún puede accederse a contemplar los restos de los recordados alejandrinos a través de una escalera que conecta con el subsuelo, un espacio frío y húmedo de apenas medio metro de altura que debe recorrerse agachado.
Actualmente, una placa de mármol existente en las paredes del Templo, recuerda los nombres de aquellos impulsores de la colonia, así como las fechas de sus muertes en manos del indígena.
En el 107 aniversario del templo, la Comisión de Fomento de Alejandra lo declaró Monumento Histórico Comunal, asumiendo el compromiso de custodiarlo y preservarlo. Poco después fue declarado Monumento Histórico Provincial.
Se encuentra erguido frente a la plaza.