Sitio histórico declarado Monumento Nacional en 1944, el conocido Mangrullo fue en sus orígenes parte del fortín levantado durante el virreinato de Juan José Vértiz con el objeto de proteger el lugar contra posibles incursiones indígenas. Esto ocurría allá por 1777, y casi un siglo más tarde, el empresario Luis Laflor reconstruiría el mangrullo utilizando ladrillos y argamasa que le darían la solidez que aún conserva.
Desde el mangrullo puede contemplarse una gran extensión de campo. Aquello permitía en sus tiempos anticipar la llegada de los malones y precaver a los pobladores para que buscaran refugio. Actualmente, constituye un gran atractivo turístico.