Declarada Monumento Histórico Nacional, la Iglesia Santa Rosa de Lima comprende en su existencia el fruto de una rica historia de esfuerzos y espiritualidad.
Fue en 1861 que el Padre Fray Antonio Rossi llegó a estas tierras santafesinas con la orden de iniciar la construcción de templo de Calchines por el que tanto había bregado el Padre Zattoni, por considerarlo el único medio capaz de lograr el afianzamiento. Se sumarían a la propuesta con aportes y trabajo la población, los frailes, y el gobierno provincial y nacional, dando por finalizada la obra en apenas dos años.
El templo se componía de tres naves: la central, destinada a la celebración de la misa, y las laterales, utilizadas para habitación de los padres y el funcionamiento de la escuela pública de niños.
Actualmente descansan en una urna exclusivamente construida en el templo los restos del Fray Antonio Rossi, quien fuera el principal responsable en la concreción de la obra.