La Reducción Jesuítica del Pilar fue creada en 1746 como centro de evangelización jesuita y asentamiento de indígenas. Bordeada por la Laguna de los Padres y con grandes arboledas recibe al visitante proponiendo un viaje en el tiempo: tres ranchos de adobe y una capilla misionera persisten el paso de los siglos casi en su estado original.
Se pueden realizar visitas guiadas; maravillarse con artesanías y productos regionales; compartir un café literario y adquirir artículos religiosos.