A 60 kilómetros de la Capital Federal, Vicente Casares es un tranquilo destino en donde relajarse y reponerse de la ajetreada vida de la gran urbe. Las calles que forman este pequeño pueblo se desprenden de una ancha avenida, que permite ingresar desde la Ruta 205.

Ubicada en las fértiles tierras que la pampa bonaerense regala, es famosa por la antigua fábrica láctea La Martona que fuera reconocida internacionalmente por los avances tecnológicos en el tratamiento de la leche. Su fundador, Vicente Casares también poseía la Estancia San Martín, cuyo casco fue declarado Monumento Histórico Nacional y atesora un palomar, una caballeriza, el “Monumento al Trigo”, entre otros encantos.

Además de estas construcciones que cuentan la vida de la localidad y su gente, se puede visitar la pequeña Capilla Nuestra Señora del Rosario que sorprende con su estilo neogótico; la Estación del Ferrocarril con el característico tanque de agua para recargar las máquinas a vapor; el Monumento a los Lecheros; y el Boulevard de los Españoles.

Sumando atractivos, se puede disfrutar de estos aires pampeanos en los establecimientos rurales que abren sus tranqueras para recibir al turista que desea descansar en contacto con la naturaleza y las tradiciones. Las actividades que ofrecen son variadas, destacándose el polo como uno de sus principales atractivos: practicarlo o tomar clases del elegante deporte se hace posible en una agradable estadía campestre.