La naturaleza se impone en estos paisajes desbordantes de vegetación y río. Los azules de un cielo despejado, la inmensidad de verdes y agua en todo su esplendor convergen en una sinfonía sin igual.
En un paisaje definitivamente diferente donde la hegemonía del agua convierte hasta las pequeñas rutinas en una aventura sin igual, los ríos, arroyos y riachos son una verdadera tentación a explorarla mediante safaris fotográficos, caminatas y trekking donde se puede disfrutar de la más rica fauna de la zona.
Internarse en el
Delta entrerriano a través de placenteros paseos en lanchas, yates o catamaranes, constituye la propuesta central y más atractiva de
Villa Paranacito, el modo más encantador de apreciar la riqueza natural del ambiente y admirar la imponencia de su paisaje.
Infinitas rutas de agua serpentean las
islas convirtiéndose en un reto irresistible para los visitantes más osados. Así,
excursiones embarcadas tientan a lanzarse hacia la diversidad isleña y merodear sus costas irregulares.
Safaris fotográficos, avistaje de especies regionales, descubrimiento de espectáculos naturales inimaginables explican la calidad de irresistible de esta alternativa turística. Serenidad, satisfacción de la vista en tan impecable panorama, los recorridos sobre agua tienen esa virtud de saber combinar descanso con esparcimiento.