El mate, la infusión más bebida por los argentinos, el símbolo de la amistad y el encuentro, tiene su origen en la planta de la yerba mate, originaria de Sudamérica, nativa del bosque subtropical. Descubierto y utilizado con fines rituales por los aborígenes, y ratificado como bondadoso para la salud por los padres jesuitas, el mate encontró posteriormente respaldo científico al ser reconocido como una bebida vigorizante y estimulante de la actividad física e intelectual.
La zona de producción de la yerba mate comprende las provincias de Misiones y nordeste de Corrientes, donde la temperatura, la humedad y la composición del suelo presentan condiciones ideales para su cultivo.
En esta región misionera, específicamente en el área de influencia de Apóstoles, los yerbatales y secaderos constituyen un importante atractivo turístico, encontrándose entre los establecimientos más destacables: Romance, Olowatti, Brazo Largo, Don Gabriel.