Con su brillo de características indefinidas, Azul encanta a todo aquel que se lanza a recorrer sus múltiples senderos en busca del descubrimiento de la fuente principal de su belleza. Natural, agreste, cultural, serena, es atravesada al menos por tres circuitos diferenciados que develan, al menos en parte, la razón de su magnetismo.
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El itinerario por los atractivos de la localidad de Azul puede iniciarse en el centro urbano mismo, admirando la arquitectura Art Decó de sus edificios – obra del distinguido Francisco Salamone-, el diseño paisajístico de sus plazas, e inmiscuyéndose en sus diferentes espacios culturales. Esto es lo que se conoce en los programas turísticos como Circuito Histórico Cultural, teniendo en Azul paradas obligadas como el Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru, el Museo Municipal de Arte, el Museo de Ciencias Naturales, el Teatro Español, la Pulpería San Gervasio, y numerosas Estancias.
Sin cambiar de ruta, el recorrido previo puede inmediatamente mutar en Circuito Religioso, y desembocar en la contemplación respetuosa de santuarios, capillas, parroquias como la majestuosa Catedral Nuestra Señora del Rosario, y sitios de retiro espiritual como el Monasterio Trapense Nuestra Señora de los Ángeles.
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Pero la mayor satisfacción llegará junto al Circuito Natural. Entonces el turista podrá disfrutar del Balneario Municipal y el Camping cercano; del magnífico Parque Sarmiento; del paseo ribereño Costanera Cacique Catriel a la vera del Arroyo Azul; del pintoresco Lago Güemes; y de la imponente Boca de las Sierras.
Eventos como el Encuentro Mototurístico (Semana Santa) y el Azul Rock (diciembre); y celebraciones tradicionales como la Fiesta Nacional de la Miel (junio) y la Fiesta del Angus (septiembre), completan la propuesta de esta localidad bonaerense situándola entre los principales destinos serranos.