Las termas ostentan un sin fin de virtudes para disfrutar al mismo tiempo en que se preserva y cuida la salud. Las aguas termales, en especial las de Balde por no presentar rastros de contaminación alguna, sirven tanto para tratar manifestaciones en la piel, como para desintoxicar y depurar el organismo en general logrando el tan ansiado relax cortante del círculo vicioso de trabajo y estrés.
Más que perfectos espacios donde vivenciar unas apacibles vacaciones familiares, los complejos termales de Balde disponen en sus piletas y baños individuales su excepcional agua mineral, alcalina, bicarbonatada, sulfatada, y con niveles óptimos de cloruro sódico, asegurando interesantes efectos sedantes y / o depurativos tanto a nivel hepático como renal.