Una de las formas de conocer este apasionante destino de la Provincia de Misiones es el Circuito de la Selva. Acompañados por guías, los visitantes pueden internarse en este mundo verde y observar como la tupida vegetación se estira para alcanzar los rayos del sol. Los árboles pueden alcanzar los 35 metros de altura, y debajo de ellos toda la flora se desarrolla entre aromas, colores y formas diferentes.
Este ambiente posibilita el desarrollo de numerosas especies de la fauna misionera, pudiendo ser observadas recorriendo las picadas que se abren entre la espesa selva.
Otro paisaje que regala Bernardo de Irigoyen y contrasta con el anterior son sus pinares naturales, que invitan a recorrerlos en un apacible paseo, respirando el aire puro que las arboledas regalan en este entorno colmado de tranquilidad.