La Costa Atlántica de Argentina ostenta kilómetros interminables de aguas azules que acarician costas de extensas playas arenosas, salpicadas por dunas o matizadas por formaciones rocosas. Desde la provincia de Buenos Aires hasta Santa Cruz, las propuestas veraniegas se van desplegando acompañadas por la oferta turística de grandes centros urbanos; importantes reservas faunísticas, y paisajes impactantes que los visitantes recordarán siempre.
En el este de la Provincia de Buenos Aires, el Partido de la Costa es la primera alternativa para disfrutar del Atlántico. Con una diversidad de destinos contiguos, los 96 kilómetros de playa ofrecen balnearios con servicios y sitios agrestes dónde la tranquilidad se encuentra en su máxima expresión.
Con postales mágicas que regalan el verde de los bosques, la magnificencia de los médanos y el azul intenso del mar, resulta ideal para disfrutar con toda la familia: sus alternativas accesibles y una infraestructura turística que satisface las necesidades esenciales del visitante, aseguran el disfrute del verano para un sinnúmero de turistas.
Cada vez más elegido, el Partido de la Costa si sabe cómo enamorar: paisajes que mantienen el encanto natural; extensos arenales dorados, acariciados por aguas tranquilas; una diversidad de escenarios que invitan a la práctica de deportes extremos; termas marinas; y la belleza única de estas latitudes bonaerenses, aseguran unas vacaciones para vivir con todos los sentidos.
La ciudad de Pinamar y sus alrededores es una excelente alternativa para quienes gusten de los encantes que regala la Costa Atlántica bonaerense. Brindando una propuesta turística que despliega una completa infraestructura, satisface las preferencias de los visitantes más exigentes ofreciendo una hotelería y gastronomía de primer nivel.
A estos atractivos indiscutibles se suman playas urbanas con todos los servicios, que invitan a disfrutar de días de sol y deportes náuticos; verdes bosques, ideales para emprender caminatas y paseos; y zonas de grandes médanos que atrapan a los amantes de la aventura.
Pero además de su naturaleza se destaca por contar con mútiples opciones para disfrutar de las noches: cine, teatro, casino, espectáculos musicales, son solo algunas de las propuestas. También permite relajarse en los sentros de Spa; jugar al Golf; y encontrarse con centros turísticos exclusivos.
Dinámica, atrapante, y encantadora, la región de Villa Gesell resulta un destino ideal para quienes gusten de las propuestas estivales con personalidad propia. Acariciada por las aguas del atlántico, que en esta zona regalan agradables temperaturas, es una alternativa elegida principalmente por los jóvenes quienes llegan en busca de las múltiples propuestas de la villa y los alrededores.
Con 10 kilómetros de extensas playas y grandes dunas, los balnearios se van sucediendo, cada uno con sus atractivos propios: espectáculos artísticos, gastronomía, deportes náuticos, travesías en 4x4... la cartelera no se agota con facilidad y asegura el entretenimiento.
Pero esto no es todo: si el visitante desea tranquilidad y paisajes con toques agrestes, la zona sur se impone para satisfacer todas las preferencias.
Allí, dónde el sur de la Provincia de Buenos Aires amenaza con comenzar, la reluciente zona de la ciudad de Mar del Plata emerge a orillas de las aguas claras que el océano Atlántico le regala. Colmada con una infraestructura turística capaz de satisfacer todas las necesidades de los visitantes, despliega una amplia cartelera en hoteles; restaurantes; teatros; y cines.
Dueña de excelentes playas y balnearios, esta región también sorprende con la belleza de postales agrestes a orillas del mar; la magia de las sierras; y el verde intenso de los bosques. Con estos paisajes tan versátiles, las actividades y deportes al aire libre serán las mejores alternativas para descubrir todos los tesoros que ostenta esta región.
Dueñas de un encanto propio, las Playas del Sur aparecen sobre esa línea que cierra la panza de la Provincia de Buenos Aires. Con menor infraestructura que las que se ubican al norte, pero con el plus de asegurar el encuentro con la serenidad más pura, esta propuesta turística también guarda motivos para elegirla.
El paisaje se modifica a lo largo de toda la costa, matizando las extensas playas con el verde de algún bosque de pinos; las ondulaciones de los médanos; y ya más en el sur, la imponente presencia de acantilados.
A estos escenarios fascinantes, que invitan a la práctica de una diversidad de disciplinas, se suma la presencia del viento marino: con este detalle del clima los apasionados del windsurf podrán disfrutar a pleno de este deporte.
Salpicada por algunas ciudades, y varias villas balnearias, esta región de la costa atlántica resulta una opción interesante para quienes gusten de las comodidades urbanas y, a pocos kilómetros, la tranquilidad de las pequeñas comunidades.
Dueñas de un encanto propio, las Playas del Sur aparecen sobre esa línea que cierra la panza de la Provincia de Buenos Aires. Con menor infraestructura que las que se ubican al norte, pero con el plus de asegurar el encuentro con la serenidad más pura, esta propuesta turística también guarda motivos para elegirla.
El paisaje se modifica a lo largo de toda la costa, matizando las extensas playas con el verde de algún bosque de pinos; las ondulaciones de los médanos; y ya más en el sur, la imponente presencia de acantilados.
A estos escenarios fascinantes, que invitan a la práctica de una diversidad de disciplinas, se suma la presencia del viento marino: con este detalle del clima los apasionados del windsurf podrán disfrutar a pleno de este deporte.
Salpicada por algunas ciudades, y varias villas balnearias, esta región de la costa atlántica resulta una opción interesante para quienes gusten de las comodidades urbanas y, a pocos kilómetros, la tranquilidad de las pequeñas comunidades.