Con calles de tierra nombradas en guaraní, una plaza central repleta de verdes y sin veredas, más el silencio y la naturaleza reinante, hacen de C. Pellegrini, un verdadero refugio natural, un respiro para el alma.
La actual ciudad de Carlos Pellegrini, fue parte de la propiedad de Don Juan Ramón Vidal, Gobernador de la localidad. En el año 1914 se acercó a estas tierras para vender sus terrenos mensurados a los colonos.
A pesar de tratarse de un área de Reserva Natural, está permitida la práctica de la pesca. Tanto el visitante aficionado, como el experimentado, tendrán la oportunidad de probar suerte y obtener piezas de gran porte.