Conformada en su mayoría por inmigrantes alemanes del Volga, esta colonia es más conocida como La Colorada Chica. Fue originada por el establecimiento en la zona de unas 72 familias, muy apegadas a su tradición, razón por la cual aún hoy, ya prácticamente deshabitada, presenta cultura, usos y costumbres diferentes al resto de la región, lo que la convierte en un atractivo considerable.
Demostrando la unión colonial, los pobladores construyeron entre todos dos capillas, de las cuales actualmente sólo se conserva la San Rosario. Esta Iglesia, el Almacén de Ramos Generales, el Club y la Escuela EGB ruralizada, son los establecimientos que hoy conforman lo que queda de la vieja Colonia.
Bailes populares, jornadas deportivas, cenas, entre otras actividades sociales, organizados por la escuela del lugar han contribuido a mantener unida a la población y a la conservación de su cultura frente a la característica mixtura de tradiciones que se ha dado con el correr del tiempo en toda Argentina.
Se la encuentra a escasos kilómetros de distancia de Jacinto Arauz.
