Enredada en un sueño, La Cruz es el lugar donde todo es confort y donde se respira la historia de la ciudad, desde sus comienzos de la mano de los jesuitas.
Las
playas en La Cruz, Corrientes, son el refugio ideal para reposar en las tardes de verano, allí grandes y chicos pueden divertirse en las refrescantes aguas del río Uruguay.
Muy pronto, la terminal de ómnibus de La Cruz permitirá el acceso a todos que deseen acercarse a este destino natural. Del mismo modo, una Oficina de Gestión Turística facilitará la información requerida acerca de estas tierras.
Para mejorar el tránsito en La Cruz, unas 18 cuadras serán asfaltadas. Las mismas rodean el casco histórico de la ciudad, permitiendo recorrer importantes vestigios jesuíticos.
Durante las noches de enero, la ciudad se viste de brillo, cuando el ritmo de las comparsas invade las calles, y los
carnavales de La Cruz contagian su alegría.
Además, ofrece la invitación a visitar los maravillosos Tres Cerros, elevaciones que llaman la atención en toda la región, brindando una vista maravillosa y exclusiva de la
ciudad de La Cruz, Corrientes.
Historia de La Cruz
Nuestra Señora de Asunción de La Cruz, fue fundada en el año 1630, por haber sido encomendada al Padre Cristóbal Altamirano. Un tiempo más tarde, en el año 1657, la ciudad de La Cruz, fue relocalizada.
Con el pasar del tiempo,
La Cruz, Corrientes, ha cobrado importancia por haber defendido sus orígenes y su gente durante numerosos enfrentamientos, y se la recuerda por haber construído una muralla como protección ante la amenaza charrúa.
Conserva un reloj de sol creado por los jesuitas, que logró soportar los seguidos saqueos e incendios, conformando uno de sus mayores atractivos históricos.