Lugar único, que enamorará a sus visitantes, la Laguna de la Niña Encantada se suma a los atractivos de esta región mendocina regalando una postal natural de singular belleza.
Este espejo azulino se forma con aguas provenientes de ríos subterráneos, y aparece rodeada por un cordón de rocas volcánicas. El reflejo de las formaciones pétreas en el agua regalan figuras misteriosas que han alimentado numerosos mitos y leyendas.
Si bien en el lugar no está permitido pescar, se pueden realizar otras actividades como caminatas por los senderos de la costa, respirando el aire puro de la montaña; safaris fotográficos, inmortalizando la hermosura de este rincón; o avistajes de flora y fauna autóctona, para conocer un poco más sobre estas apasionantes tierras mendocinas.