Brotando altiva en el centro de la ciudad, la Iglesia Cristo Redentor atrae la mirada de cada visitante hacia su magnífica estructura y ornamentos. Una policromía de más de 50 vitrales iluminan el interior del templo con tonalidades diversas contribuyendo a la sensación alucinógena conducente hacia la reflexión íntima y la paz más profunda. Allí yace el mayor orgullo de la zona: la imagen del Cristo Redentor tallada en cedro colorado en 1970 por un escultor alemán. Con sus tres metros de altura y su maravillosa estructura, esta imagen atrae feligreses de distintas procedencias convirtiéndose en un singular atractivo de Jardín América.