Espacio municipal que cobija 200 ejemplares de 70 especies autóctonas de aves. Plumajes coloridos y silbidos entremezclados, los tucanes, faisanes, caranchos, cardenales, gallinetas, pavos reales, etc., etc., animan el predio con sus cantos y revoloteos detrás de los barrotes, ante la permanente visita de turistas. En el marco de una interesante vegetación, recorriendo cuidados y limpios senderos, se accede a encantarse con la belleza de las distintas aves y admirar la tarea de su fundadora, Frida Wendlinger, una mujer simplemente apasionada por esta fauna alada y multicolor.
Abre sus puertas al público de lunes a viernes de 7:00 a 18:00; sábados y domingos de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 18:00.