La ciudad de Oriente se encuentra sobre uno de los márgenes del Río Quequén. Este curso de agua despierta toda clase de sensaciones a lo largo de su recorrido: atravesando la llanura y formando gigantes barrancas regala una caudalosa caída de agua conocida como la Cascada Mulpunleufú.
Continuando el recorrido, un conjunto de cuevas guardan leyendas e historias teñidas de misterio. La Cueva del Tigre es una de las más conocidas y atrapa a los curiosos que ansían recorrer esta formación rocosa. Pero esto no es todo: los restos de Puente Viejo persisten el paso del tiempo luego de que una inundación lo destruyera; contrastando, el Puente Nuevo exhibe toda su arquitectura junto a frondosas arboledas de pinos y eucaliptos. Para finalizar, el encuentro con el atlántico sella todo su encanto.