Naciendo a orillas del ferrocarril que uniría Formosa Capital con Embarcación y tomando su nombre de una de las especies autóctonas más representativas de la flora de esta región, Palo Santo se alza a orillas de la Ruta Nacional Nº 81 que permite un fácil acceso a la localidad.

Un pintoresco cartel de madera, que indica el nombre del pueblo, le da la bienvenida a los visitantes que llegan a este rincón provincial. Luego, una ancha avenida parquizada se interna hacia el centro, permitiendo también la circulación de peatones por un sendero que se ubica en su centro con jardines, bancos, y muchas luminarias.

Continuando el paseo, las casas bajas aparecen entre la serenidad envidiable que sólo se puede encontrar alejándose de los grandes centros urbanos; los niños se apropian de una plazoleta con juegos infantiles y mucha sombra para jugar; grandes árboles acompañan este recorrido dando muestra de que hace muchos años permanecen en su sitio regalando un intenso verde.

Mezclando el pasado y el presente, la arquitectura permite reconocer antiguas construcciones y otras muy recientes que dan muestra del desarrollo de la comunidad. Sencilla, tradicional y con la amabilidad inconmensurable de los lugareños, también cuenta con un hotel y dos hospedajes que permiten una confortable estadía.