Ubicado al oeste de San Juan Capital, el Circuito de Calingasta es una de las propuestas imperdibles para quienes gusten de conocer la naturaleza en estado puro. Siguiendo el recorrido de los ríos De los Patos y San Juan, se ubica sobre la precordillera andina para regalar paisajes de agreste belleza.
Imponentes cerros, planicies interminables, cursos de agua azulinos…todo se combina en esta región con pequeños poblados que ofrecen todos los servicios para una estadía más que confortable. El Parque Nacional El Leoncito y el imponente pico montañoso Alcazar, son sólo algunas de las sorpresas que este itinerario tiene preparado para quienes lo elijan.
Ubicada a sólo 20 kilómetros de la localidad de Barreal, la Pampa El Leoncito se hace presente regalando una extensa planicie que no contiene vegetación u obstáculo alguno. Esta porción de tierra lisa y resquebrajada, por la que corre el agua de deshielo dejando sus trazos marcados, antiguamente fue un lago y tras secarse dejó este singular paisaje.
La Pampa El Leoncito es reconocida por se una de las mejores pistas para la práctica del Carrovelismo: este deporte consiste en lograr un desplazamiento del “carrovela”, aprovechando la fuerza del viento.
Una extensa y reseca planicie ocupando el espacio que hace millones de años perteneciera a un deslumbrante lago, conforma el atractivo central del Parque Nacional El Leoncito, situado al sudoeste de la provincia de San Juan, en el Departamento Calingasta, en cercanías a la localidad del Barreal. Desértico, sorprendente, el parque extiende su superficie de 76 mil hectáreas ostentando hacia el oeste una apariencia plenamente blanca, capaz de cautivar hasta al más resistente de los observadores.
Creado como Reserva Natural Estricta en 1994, con el objeto de conservar muestras representativas de la vegetación del monte puneño y altoandino, y de erigir un hábitat seguro para especies amenazadas, El Leoncito pasaría a catalogarse en el año 2002 como Parque Nacional. Territorio protegido sobre los faldeos de la Sierra del Tontal, este espacio resguarda también sitios históricos, yacimientos paleontológicos y áreas de interés arqueológico, incluido un tramo del místico Camino del Inca.
Conjunto de arbustos de retamos cubren gran parte del monte hacia el oeste del área protegida; mientras en el este, junto a los arroyos, especies vegetales como el pájaro bobo, la cortadera y la jarilla revisten las áridas ondulaciones.
En cuanto a la fauna, se encuentran presentes especies muy perseguidas como el guanaco y el suri cordillerano; varias especies de lagartijas que han encontrado su hábitat en los faldeos rocosos; el chinchillón que puede descubrirse en los paredones de la sierra; y el águila mora, el aguilucho común y el halcón peregrino, los cuales sobrevuelan los puntos más elevados.
Por lo demás, el Parque Nacional El Leoncito, gracias a sus magníficas cualidades atmosféricas, constituye un sitio de inigualables privilegios al momento de contemplar los cielos, razón por la cual se han instalado allí dos observatorios: el Complejo Astronómico Leoncito, y el Observatorio Astronómico Dr. Carlos Cesco, atrayendo infinidad de visitantes hacia las maravillas de este suelo y su firmamento.
El Parque Nacional El Leoncito, gracias a sus magníficas cualidades atmosféricas, constituye un sitio de inigualables privilegios al momento de contemplar los cielos, razón por la cual se han instalado allí dos observatorios que atraen infinidad de visitantes hacia las maravillas de este suelo y su firmamento: el Observatorio Astronómico El Leoncito, y la Estación Astronómica Dr. Carlos Cesco, la cual cuenta con un Telescopio Astrográfico Doble, único en su tipo en el Hemisferio Sur.
Con un promedio de 275 noches anuales de óptima visibilidad, no existe lugar más propicio donde deslumbrarse con la contemplación de las estrellas que estos espacios científicos y su encantador entorno.
La apacible localidad de Barreal se alza al sudeste de la provincia de San Juan cautivando a los visitantes con la tranquilidad de su paisaje y la cordialidad de los lugareños. Pueblo de calles de tierra demarcadas por filas de rectos álamos, y engalanado por una fresca acequia con aguas de deshielos, Barreal invita a recorrer caminos cordilleranos disfrutando de la hospitalidad y la vasta oferta de actividades.
Poseedor de un clima excepcional, ostenta marcados contrastes que, junto a la imponente imagen de la precordillera, crea el espacio y las condiciones ideales para el pleno descanso del turista. Complejos de cabañas, hosterías y campings acompañan la paz de este territorio, mientras prestadores de servicios y excursiones tientan con apasionantes propuestas deportivas y de aventura. El encantador Paseo de los Enamorados, cuya meta es un corazón tallado donde Cupido adquiere forma; y el Museo Arqueológico, espacio donde se exhiben dos momias halladas en la zona; son los ineludibles destinos de aquellos visitantes que no quieren perderse nada.
Más que perfecto para agasajarse con unas vacaciones de placer alejadas del ajetreo citadino, Barreal constituye un cuadro paisajístico trazado por río, montaña y vegetación. Caminatas, cabalgatas, paseos en sulky, rafting, montañismo, pesca y safaris fotográficos son algunas de las actividades que pueden desarrollarse en este pedacito de San Juan, donde la serenidad sólo se rompe cuando los aventureros se lanzan a desafiar el viento disfrutando del carrovelismo.
En los alrededores el visitante podrá encontrarse con Cerro Alkazar; el Observatorio Astronómico y el Parque Nacional El Leoncito; el Refugio de Vida Silvestre Los Morrillos, y muchas sorpresas más.
Milagro de la naturaleza, este cerro de formas redondeadas cautiva la mirada con su mágica policromía. Modelado por el continuo soplo del viento, el Cerro Alkazar, monumental formación rocosa cuyos matices van variando con las horas, recibe su nombre de la semejanza que guarda con el Alcázar de Sevilla, a pesar de la permanente mutación a la que lo mantiene sometido la erosión natural.
Imponente, deslumbrante y casi mítico, este cerro es escenario del imperdible Concierto de las Américas: este espectáculo musical tiene como objetivo reafirmar los ideales de paz y solidaridad y fortalecer los lazos naturales e históricos entre los países de Latinoamérica.
Villa de fértiles extensiones ubicada en el valle que delimita las sierras del Tontal y la cordillera de Los Andes, a unos 42 kilómetros de Barreal, y surcada por los ríos Los Patos y Castaño. Calingasta es una delicia para los sentidos ya que, además de sus paisajes deslumbrantes a la vista, su aire se tiñe de un cautivante perfume balsámico proveniente de los cultivos de hierbas aromáticas.
Montañas, valles, ríos y un límpido cielo en agradable mixtura con la vegetación reinante, conforman el panorama de esta localidad de San Juan que, ya desde la ruta que lleva a ella tras un sinuoso camino pleno de curvas, conquista a todo aquel que se lanza a conocerla.
Manzanas y minería son sinónimos de sustento en Calingasta, anexando plantíos y yacimientos a su cartelera de atractivos. También la historia vive en Calingasta, simbolizada por la Capilla Centenaria, fiel testimonio de los antepasados indígenas de la región, perpetuando el halo espiritual y apacible que caracteriza a todo el Valle.